Primer partido de la gran final de la NBA, y victoria sin paliativos de los Lakers, quienes de la mano de Kobe Bryant se apuntan el primer punto de la serie.
Cuando llega la hora de la verdad es cuando se diferencian los hombres de los niños, y en el primer partido de las Finales de la NBA los Magic sucumbieron a la presión que supone ver enfrente una camiseta púrpura y oro.
Phil Jackson no ha perdido jamás una serie que ha comenzado ganando 1-0. Lagarto, lagarto.
Orlando, después de su gran Final de Conferencia ante Cleveland, se vino abajo a las primeras de cambio y no fue rival para los angelinos.
Su 29.9% en tiros habla por si solo, amén de su 8 de 23 en triples, inaceptable para un equipo que basa gran parte de su poderío ofensivo desde detrás de la línea.
Una vez más, cuando los aleros de los Magic tienen un mal partido, derrota segura para su equipo, y anoche entre Lewis y Turkoglu se combinaron para un 5 de 21 en tiros. Por si tal disparate fuera poco, Howard, un hombre de un 62.2% en Play Offs, hizo un 1 de 6.
Párrafo a parte merece la defensa angelina sobre Dwight Howard. Mucho se había especulado sobre cómo ajustaría la defensa angelina ante Howard y un "4" abierto como Lewis. El tema Howard lo solucionaron con cotínuos 2 contra 1 y enviando a DH12 a la línea de libres cada vez que la canasta era segura (10 de 16). Ante Rashard, tanto Pau como Odom tuvieron la capacidad para salir a puntear sus tiros, reduciendo la ventaja que los Magic consiguen habitualmente con su ala-pívot.
Brillantes en defensa, y contundentes en ataque de la mano de Kobe Bryant, así se resume el partido de los Lakers.
Tras un primer cuarto de tanteo, en el que Orlando pareció dejar en el vestuario los típicos nervios del debutante (22-24).
Cuando en el segundo cuarto los visitantes tomaron 5 de renta (28-33), apareció "La Mamba Negra" para dar su primer mordisco, anotando 10 puntos casi consecutivos, liderar un parcial de 13-1, y poner el marcador claramente a su favor 41-34.
Con esa fulgurante racha de Bryant, los Magic ya estaban medio descolocados, medio "groguis" incluso.
Al descanso, 53-43 con 18 puntos de Kobe Bryant.
Para iniciar el tercer cuarto, nueva rachita del "24" de los Lakers, apuntándose 9 de los primeros 11 puntos de su equipo, y con otro parcial poner en la picota el partido (68-50 a mediados de cuarto).
Los Magic disparaban con balas de fogueo y los Lakers mataban en cada ataque. Niños contra hombres.
El 82-58 con el que acabó el tercer cuarto nos anunciaba 12 minutos de basura para acabar el partido, y así fue.
Pese a que hasta los últimos segundos no salieron los últimos hombres de cada banquillo, el partido estaba resuelto al iniciar el último periodo.
Ni tan siquiera bajo tableros hubo color, ya que los locales apabullaron 55-41 a un equipo que cuenta con el máximo reboteador de la temporada.
Se dice, y es verdad, que cada partido es una historia, pero mucho tendrán que mejorar los Orlando Magic si quieren hacer daño a unos Lakers que no parecen dispuestos a verse sorprendidos en el Staples.
De momento, tendrán que afinar su puntería y no hundirse a las primeras de cambio. Buena noticia (la única) la reaparición de Jameer Nelson, después de su lesión en el hombro que le ha tenido parado desde febrero. Nelson jugó 24 minutos y no se le notó excesivamente oxidado.
Gran partido de Kobe anoche, llegando por primera vez en su carrera a 4 decenas de puntos en unas Finales.
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