Después de la decepción de perder el tercer partido de la serie en casa, los Nuggets salieron a pista convencidos de sus posibilidades, y conscientes que una nueva derrota sería mortal de necesidad para ellos.
Los Lakers, con el factor cancha recuperado y nuevamente con la mano de la serie, ofrecieron su peor cara y fueron incapaces de asestar a su peligroso rival un golpe mortal.
No es la primera vez que los angelinos pecan de conformismo cuando pueden allanar el camino, y dejan los deberes para casa. Ante Houston salió bien, pero con Denver es un juego demasiado peligroso.
Los Denver Nuggets pusieron toda la carne en el asador de este 4º partido, y jugaron al límite, tanto en ataque como en defensa. Únicamente Carmelo Anthony desentonó del buen nivel general.
Melo, demasiado ansioso por continuar ante su público con las buenas actuaciones hechas en LA, volvió a ser una escopeta de feria, y acabó el partido con un 3 de 16 en tiros (4 de 13 en el 3º).
Hay que decir en su descarga, que en el segundo cuarto sufrió un esguince de tobillo, aunque para entonces ya llevaba un 0 de 8 en tiros.
Los locales siempre marcharon por delante en el marcador, con cortas ventajas al principio (22-19 al final del primer cuarto y 52-45 al descanso), y sentenciando en una segunda parte de clarísimo dominio casero.
Por primera vez en toda la serie, uno de los factores en los que los Nuggets son más fuertes que Lakers, el banquillo, resultó decisivo.
Mientras que los de púrpura se mantenían en el partido cuando los titulares estaban en cancha, con la entrada de los suplentes de ambos equipos, los Nuggets le daban un grado más de intensidad al partido, inaguantable para los Vujacic, Farmar & cía.
40 puntos y 18 rebotes sumaron entre Andersen, Smith y Kleiza, todos ellos en momentos claves del partido, mientras que entre todo el banco angelino firmaron 24 puntos con unos porcentajes paupérrimos.
Pero si las segundas unidades fueron una de las claves del partido, no menos importante fue la sangría que hicieron los Nuggets bajo el aro de los Lakers.
Hasta 20 rechaces de ataque consiguieron los de George Karl (58-40 en el computo total), destacando Nene Hilario con 7 capturas ofensivas, además de conseguir 52 puntos en la pintura por 34 los Lakers.
Esta vez, el colectivo se impuso a las individualidades, y es que los Lakers, a parte de Kobe Bryant y Pau Gasol no tienen muchos más argumentos, o al menos no los han mostrado todavía.
Pero eso sí, cuidado porque estamos hablando de 2 jugadores de un nivel tal, que son capaces precisamente de eso, de imponerse a un grupo tan potente y profundo como el de los Nuggets.
Hay serie, y el siguiente acto será en Los Angeles, con las espadas más en lo alto que nunca.
Al menos tenemos asegurados 6 partidos.
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