Sorpresa, y de las gordas, en el primer partido de la serie entre los súper favoritos Cavs y unos Magic que jugaron a la perfección sus cartas para llevarse el choque y robar el factor cancha.
Los Cavaliers eran, y todavía son, los favoritos para llegar a la Final, perdiendo más o menos partidos ante Orlando, aunque se suponía que las victorias que consiguieran los de Florida serían en su cancha.
Esta vez la figura de LeBron James y su labor individual casi sobrehumana, 49 puntos (20 de 30 en tiros de campo y falló 4 tiros libres), 6 rebotes y 8 asistencias, no fue suficiente.
Los Cavaliers, tras 9 días de descanso, salieron a la cancha desbocados, anotando canasta tras canasta, y con todos sus hombres aportando. Durante el primer cuarto, James se dedicó a asistir para involucrar a todos sus hombres, y eso se reflejó con el 33-19 al final del 1er periodo. En ese cuarto, un mate bestial de Dwight Howard, destrozó el reloj de posesión, que tuvo que ser cambiado en el descando.
Durante el segundo, las cosas marcharon por los mismos derroteros, con Cleveland anotando fácil, pero con los Magic haciendo una cosa bien, seguir jugando a su ritmo, a su estilo y sin perder los nervios.
Al descanso 63-48, con canasta en el último segundo desde su campo de Mo Williams y con LeBron James anotando 26 puntos. Camino a la 9ª consecutiva.
El partido cambió como de la noche al día tras el paso por los vestuarios. Los Cavs dejaron de jugar, y quedaron en manos de un James que aglutinó demasiado juego, lo que enfrió a sus "LeBrones".
El MVP estaba haciendo un auténtico partidazo, protagonizando una de las jugadas de estos Play Offs con un tapón a Dwight Howard en todo lo alto tremebundo.
Los Magic dejaban jugar a James, desconectaron al resto de Cavaliers, y comenzaron a anotar canasta tras canasta. Howard, Lewis y un gran Pietrus lograron apretar el resultado hasta el 82-78 al final del tercer cuarto.
En el último, los Cavs siguieron por el mal camino dependiendo de manera casi única y exclusiva de su líder, mientras que Hedo Turkoglu comenzaba a tomar responsabilidades y a organizar el juego de su equipo. Point-Forward se llama eso.
En el último minuto LeBron se acordó de sus compañeros y con 98-102 para Orlando, primero Varejao y luego Delonte West con un triple impidieron que los Magic se fueran en el marcador.
Los locales por delante 104-103 y los Magic que responden con una jugada de pizarra y una canasta de Rashard Lewis a 5 metros para volver a tomar el mando. Era el primer aviso.
Una penetración de LeBron James acabó con un 2+1 y la sexta falta de Dwight Howard.
106-104 y 25 segundos para el final. ¿Anotamos canasta para forzar una prórroga sin Howard? ¿Nos la jugamos al triple?...
Rashard Lewis anotó un colosal triple a 14 segundos de final que vale (casi) por todo el contrato que le firmaron los Magic hace 2 veranos.
Con 1 abajo (106-107), James volvió a insistir con otra entrada a canasta, pero no encontró el hueco y el balón acabó otra vez en manos de Delonte West en la esquina, pero esta vez "redman" no estuvo acertado. En el rebote, salto entre dos (Turkoglu y James) con 1 segundo por jugar.
Los Cavs aún tuvieron un último tiro, ya que LeBron ganó el salto y el balón le llegó a Mo Williams, quién lanzó en el aire pero el balón sólo encontró hierro.
Sorpresa en Cleveland, los Magic se adelantan y la serie se pone preciosa.
Con el partido finalizado, LeBron James necesitó asistencia para irse al vestuario. Le dolía el muslo, o la rodilla, o el pecho, o el orgullo... vaya usted a saber.
El banco de los Cavs produjo 5 puntos. El de Orlando 25. Quizá sólo una de tantas claves.
0 comentarios:
Publicar un comentario