1ª victoria de los Hornets en la serie, en el primer partido jugado ante su público.
Los locales lavaron la mala imagen mostrada en los dos primeros partidos en Denver, y lograron imponerse aunque para ello tuvieran que sufrir lo indecible.
Chris Paul recuperó su nivel y con un doble-doble (32 puntos y 12 asistencias) llevó a los Hornets a su primera victoria de la serie ante los Nuggets (95-93), que dominan por 2-1. Y eso que los de Nueva Orleans se dejaron arrebatar una ventaja de 10 puntos en los últimos tres minutos. Sin embargo, un rebote defensivo de James Posey y su posterior canasta cuando faltaban tres segundos aseguró la primera victoria de los Hornets.
Pero no el partido no se decidió ahí. La aportación de hombres como David West (19 puntos y nueve rebotes) o el escolta Rashual Butler (17 tantos) compensaron el pobre partido que hizo el serbio Peja Stojakovic, que se quedó en tan sólo cuatro puntos (1 de 9 en tiros de campo).
Posey respondió con la responsabilidad de ser el sexto jugador del equipo y lo hizo al conseguir 13 puntos y nueve rebotes, a pesar de estar lesionado en el codo izquierdo y sufrir una ligera torcedura en la rodilla.
A 90 segundos del final, los Hornets tenía
n 8 puntos a su favor (94-86), pero se asustaron de verse ganadores, y los Nuggets, mucho más relajados, fueron recortando la desventaja y lograron un parcial de 0-7 hasta ponerse con 94-93 a 25 segundos.Un mal pase de Posey fue robado por Carmelo Anthony, que tuvo el balón para ganar el partido y dejar la serie (casi) sentenciada, pero erró el tiro y Posey puso el 95-93 con un tiro libre. El último intento triple de Denver (Anthony), desde medio campo, infructuoso.
Impresionante el ambiente del New Orleans Arena, con todo el público con las camisetas del color amarillo-hornet, pero que no produjo el efecto deseado, ya que los Nuggets iniciaron el partido avasallando y con parciales como un 4-14 de inicio y un 21-26 para acabar el primer cuarto.
Los abejorros de NOLA reaccionaron bien, con Chris Paul superando por primera vez en la serie a Chauncey Billups.
Tremendo duelo de hombres altos en el partido, con los 4 jugadores interiores titulares eliminados por faltas (Hilario, Martin, West y Chandler).
(2) Miami Heat 107 - 78 Atlanta Hawks (1)
Dwyane 'Flash' Wade sumó 29 puntos para dar a los Heat un triunfo sin complicaciones por 107-78 sobre Atlanta.
Con su victoria Miami se colocan con ventaja de 2-1 en la serie de la primera ronda en la Conferencia Este que se disputa al mejor de siete encuentros.
Jermaine O'Neal colaboró con un 'doble-doble' de 22 puntos y 10 rebotes para los Heat, mientras que Mario Chalmers agregó 15 tantos para unos Heat que estuvieron perfectos en sus tiros desde la línea de personal al encestar 19 de 19, siendo Jermaine O'Neal el líder en ese apartado al encestar 8 de 8.
Los Hawks, que fallaron 17 de sus primeros 19 tiros a canasta, perdieron teniendo como sus líderes anotadores a Mike Bibby, Al Horford y Josh Smith con 13 puntos cada uno.
Los tres fueron los únicos que anotaron en doble dígito para el equipo de Atlanta, que encestó sólo 36,7% en sus tiros de campo (29 de 79), mientras que los Heat consiguieron el .46,9 en ese mismo apartado (38 de 81).
(3) Dallas Mavericks 99 - 90 San Antonio Spurs (1)
Tony Parker tuvo una nueva actuación memorable, pero no pudo evitar la tercera derrota (99-90) de los Spurs ante los Mavericks en el cuarto partido de la eliminatoria de la fase final de la Conferencia Oeste.
La victoria dio a los Mavericks la ventaja por 3-1 en la serie al mejor de siete, por lo que tan sólo necesitan un triunfo para pasar a la siguiente fase, algo que pueden lograr en el quinto partido que se jugará el martes en el AT&T Center de San Antonio.
Parker realizó una primera parte memorable, en la que anotó 31 puntos (12 de 17 tiros de campo) con lo que empató la mejor marca de equipo que ostentaba el legendario George Gervin para una mitad de partido en la fase final, y dejó a los Spurs con la ventaja parcial de 51-55. Sin embargo sirvió de poco, ya que se equipo se fue abajo en el tercer cuarto.
El ataque de los Mavericks resurgió con el alero Josh Howard y el base Jason Kidd, que llevaron a su equipo a un parcial de 29-16 para abrir el camino del triunfo. Howard con 28 puntos y cuatro rebotes encabezó una lista de cinco jugadores que tuvieron dobles dígitos, entre ellos Kidd, que aportó 17 tantos, capturó siete balones bajo los aros y repartió siete asistencias.
Dirk Nowitzki también hizo una gran labor de equipo y defensiva sobre Tim Duncan al conseguir un doble-doble de 12 puntos y 13 rebotes. El pívot Erick Dampier y el base Jason Terry, nombrado Sexto Jugador de la NBA, lograron 10 tantos cada uno para dejar a los Mavericks con un 38,4 por ciento de acierto en los tiros de campo y el 40 (10-25) de triples, comparado al 44,3 y 26,1 (6-23), respectivamente, de los Spurs.
Fue la defensa la mejor arma que siempre han tenido los Spurs, la que esta vez estuvo del lado de los Mavericks al conseguir nada menos que 49 rebotes por tan sólo 35 de los Spurs, donde sólo Duncan tuvo dobles dígitos.
De ahí, que los 43 puntos (18-29, 2-5 y 8-8) de Parkers, que también aportó cinco rebotes, recuperó cuatro balones y dio tres asistencias, no fuesen suficientes para impedir la derrota que coloca a los Spurs al borde del abismo de la eliminación.
Tampoco el esfuerzo de Duncan que logró doble-doble de 25 tantos con 10 rebotes, siete asistencias y dos recuperaciones de balón ayudaron a la causa de los Spurs, que volvieron a dejar clara evidencia de que sin el escolta argentino Manu Ginóbili, en la fase final, son un equipo perdedor, de momento.
(1) Utah Jazz 94 - 108 Los Angeles Lakers (3)
Los Lakers convirtieron sus defectos en virtudes para conquistar 94-108 el complicado EnergySolutions Arena y poner un casi definitivo 3-1 en la serie contra los Jazz (los próximos partidos se juegan en Los Ángeles).
En una de esas noches en la que Kobe Bryant parece un jugador sobrenatural, especialmente durante los dos primeros cuartos, los pupilos de Phil Jackson evitaron sus temidas y clásicas pájaras para mostrarse más duros que nunca y para que el, hasta ahora criticado banquillo, aportase como en pocas ocasiones.
Los Jazz salieron con el cuchillo entre los dientes, dispuestos a sacar a los Lakers de la pista a base de empellones y de la mezcla del talento de Deron Williams y de los músculos de Carlos Boozer. Parecía que la fórmula del tercer partido de la serie cuajaba, ya que los de púrpura y oro sólo sobrevivían gracias a un Kobe que anotó 13 de los 15 primeros puntos de su equipo y que veía el aro más grande que una piscina.
Pero en el segundo cuarto ocurrió un pequeño milagro... Tres triples casi consecutivos de actores secundarios como Walton, Vujacic y Shannon Brown (¡menudo descubrimiento!) rompieron el marcador en favor de unos Lakers que con un parcial de 11-0 pusieron tierra de por medio en el marcador.
Los Lakers supieron administrar muy bien su renta, y apoyándose en el acierto ofensivo de Kobe (23 puntos y 10 de 13 en tiros en los dos primeros cuartos) y en una defensa casi tan dura como la de los Jazz lograron irse al descanso 7 puntos arriba (y eso que en los últimos 3 segundo del segundo cuarto 'regalaron' 5 puntos a Utah).
En la segunda parte, cuando parecía que la caldera a presión que es el EnergySolutions Arena podría pasar factura a los Lakers, los de púrpura y oro salieron con el traje de faena y con una consigna muy clara, a duros no les puede ganar nadie. La defensa de los Lakers cortocircuitó el ataque de los Jazz, y los ojos inyectados en sangre de Kobe, Pau y Odom delataba que a la franquicia de Salt Lake City le quedaban por delante 24 minutos muy duros.
Kobe llegó a los 34 puntos en un suspiro, los Lakers amarraron el rebote defensivo gracias a un activísimo Odom y a un Pau Gasol que lejos de arrugarse repartió de lo lindo en la pintura, y mediado el tercer cuarto ya estaba todo el pescado vendido.
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