Para los Spurs era fundamental conseguir la victoria, para los Mavs la misión con la que llegaron a San Antonio estaba cumplida.
La victoria de Dallas en el primer partido marcó este segundo, ya que los locales fueron conscientes en todo momento que una segunda derrota era comenzar a decir adiós, mientras que Dallas jugó todo el choque con el colchón que supone 1 victoria en tu casillero.
Eso sí, si los Mavs tenían intención de viajar a Dallas con un 0-2, Tony Parker les quitó rápidamente la idea de la cabeza con un partido sublime.
El base francés fue una auténtica pesadilla para la defensa rival, y acabó el choque con 38 puntos, convirtiéndose en el héroe de la noche.
19 puntos anotó en el primer cuarto para que su equipo tomara una ventaja cómoda (30-19), 27 llevaba al final de la primera parte (57-46) y 35 al final del tercero para dejar el partido sentenciado (85-63).
La resistencia de Dallas no fue como para admirar, pero el hecho de liderar el triunfo de su equipo bien merecen cuantos halagos hagan falta.
Ante un gris partido de Tim Duncan (13 puntos) y Michael Finley (5 puntos), tuvieron que ser Drew Gooden desde el banco y el citado Parker los que llevaran la voz cantante.
En los Mavericks, fallaron estrepitosamente Dirk Nowitzki (3 de 14 en tiros) y Josh Howard (7 puntos en 30 minutos), quizá guardando fuerzas para los partidos a jugar en su cancha.
El banquillo local, una de las claves de la serie, se portó, sumando 26 puntos y aportando dosis de agresividad y fiereza (Bowen recordó al de campañas anteriores), mientras que el de Dallas, a excepción hecha de Jet Terry apenas lució.
Los dos próximos partidos se jugarán en Dallas a partir del jueves, y con las espadas en todo lo alto.
(1) Boston Celtics 118 - 115 Chicago Bulls (1)
Los Celtics consiguieron empatar la serie merced a un impresionante triple de Ray Allen a falta de 2 segundos para finalizar el encuentro.
Los Bulls demostraron tener más recursos pero también que tienen menos experiencia. El mejor juego de los Toros en la primera parte se tornó en una alucinante pero individualista actuación de Ben Gordon, que, el día que se cumplían 23 años en el que el nº 23 más famoso de la historia, Michael Jordan, había anotado 63 puntos en el Boston Garden, pretendía emular al mito ganando él solo el partido. No pudo estar más equivocado. Sus 42 puntos y 6 triples de 11 intentos fueron contrarrestados por Allen y sus 30 puntos y otros 6 triples de 10 intentos, todos en la 2ª parte.
De nada le sirvió a Chicago batir el record de la franquicia en play off en el apartado de tapones, 14 en total. Dejaron escapar una ventaja de 5 puntos a falta de 2 minutos para el final debido a acciones individuales o forzadas cuando tenían que intentar asegurar las jugadas y los Celtics consiguieron remontar. Gordon metió los últimos 9 puntos del equipo en los últimos 3 minutos. Sólo Noah pudo tirar una vez en ese tiempo.
Los Celtics sobrevivieron en el partido gracias a la dirección de Rajon Rondo, espectacular con un triple doble (19 puntos, 12 rebotes y 16 asistencias, además de 5 robos). Se lesionó a mediados del 2º cuarto al recibir un tapón de un apagado Derrick Rose, cuando ya rozaba el triple doble, pero pudo volver en la 2º parte y dirigir con acierto al equipo.
El otro destacado fue Glen Davis. El orondo ala-pívot hizo olvidar al ausente Kevin Garnett, desencajado en el banquillo, vestido de calle y gesticulando a más no poder mientras animaba a los compañeros. Davis hizo el mejor partido de su vida con 26 puntos y 9 rebotes. Kendrick Perkins se fajó durante todo el partido con Joakim Noah y Brad Miller para conseguir un doble doble de 16 puntos y 12 rebotes. Paul Pierce, bastante discreto, aportó 18 puntos. Fueron clave los 21 rebotes ofensivos y los más de 20 puntos en segundas oportunidades tras rebote.
En los Bulls, las buenas actuaciones de los jugadores en la primera parte fueron eclipsadas por Gordon en la segunda y apenas mejoraron sus números. Brad Miller consiguió 16 puntos y 9 rebotes. Noah, 13 puntos, 8 rebotes, 3 asistencias y 4 tapones. John Salmons puso 17 puntos de su parte y Rose 10 puntos y 7 asistencias. Tyrus Thomas aportó 6 tapones, 6 puntos y 4 rebotes.
La serie viaja ahora a Chicago, donde los Bulls tendrán 2 partidos en casa para intentar dejar casi sentenciada la serie, en lo que sería una de las grandes sorpresas de la temporada. A pesar de la derrota, deben volver con la moral alta porque han dejado claro que están a la altura.
0 comentarios:
Publicar un comentario